Allá nos vemos.

Hoy me levanté recordando vagamente un sueño del cual lo único que mantengo presente es un rostro.
Es el rostro de una pariente que murió hace unos años y a la que tuve la oportunidad de ver justo unos días antes de que falleciera.
No la había visto mucho y cuando aquella vez la vi me impactó mucho, estaba ya dejando éste mundo físicamente y mentalmente.
Cuando ya me iba del cuarto donde ella descansaba giré la cabeza para verla por última vez y ella con su voz enferma y esquivando su respirador me dijo sonriente y tranquila: Allá nos vemos, allá nos vemos.
Hoy cuando desperté tenía su rostro vivo y sus palabras rondando mi cabeza: Allá nos vemos, allá nos vemos.
Pero donde es "allá"? Yo siempre fui curiosa siempre quería saber el cómo, el porque y el donde y como buena curiosa que soy desde pequeña me la paso pensando en estas cosas.
Como será el más allá? Realmente existirá? Volveré a ver a mis seres queridos?
Tengo un poco de miedo a morir y creo que es normal, pero sin embargo creo que lo más temo es no tener una certeza de adonde iré a parar cuando muera.
Si tan sólo supiera "algo", no sé una pista por lo menos. Recuerdo decirle siempre a mi abuelito que si algo le pasaba el me tendría que venir a decir como mismo era ALLA. Se lo pedí tantas veces y el siempre decía que me "jalaría las patas" y me contaría.
El año pasado exactamente en el mes de julio y casi para estas mismas fechas yo estaba tan felíz, teníamos los tickets para irnos de paseo al Ecuador por 1 mes! Era la primera vez que vería a mi familia luego de haberme venido a vivir por acá.
Habíamos comprado un rollator, no se si saben lo que es eso, acá en Europa sobretodo en Alemania es muy usado por los viejitos. Es super útil y no muy costoso. Ya estaba empacado en la maleta, mi abuelito sabía que se lo íbamos llevando y parecía contento.
Pero las cosas no siempre salen como uno quiere. Tres días antes de viajar mi abuelito murió de un infarto, tres días antes de llegar, tres días antes de poder volverlo a ver, eran tan sólo tres días.
No lo podía creer, el vuelo seguía en pié. Cuando llegué al Ecuador no fue exactamente la alegría más grande que me había esperado, todos estaban tristes y con razón. Mi abuelito, MI ABUELITO se nos había ido y yo no pude despedirme. No pude.
No sé pero yo particularmente suelo a veces dedicar un poco de mi tiempo a "recordar" pero a recordar así como a mí me gusta. Volviendo a traer a mi memoria detalles. Son como pequeñas fotitos de detalles que al unirlas me devuelven a mi ser amado por cuestión de segundos.
Pueden ser detalles de un dedo, de su pelo, un olor, un libro, una pinza, una palabra, una sonrisa, su manera de coger la pluma, su forma de mirarme, cualquier cosa ayuda, cualquier cosa " me lo trae de vuelta".
Y algunos me comentan lo difícil que tiene que haber sido para mí esto de cambiarme de país tan seguido y de vivir en climas tan opuestos y yo contesto como siempre, con las mismas respuestas pero dentro de mí sé que si existe una cosa DIFICIL para mí esa ha sido y siempre será aceptar la muerte y las distancias. Sinceramente dudo mucho que alguna vez "esas" dos lleguen a ser amigas mías.