Pensamientos de un fin de semana.

Parte del matrimonio son los disgustos y a esto me refiero no con las peleas sino literalmente a eso: DIS GUSTAR que para mí es algo como: Lo que a mí me gusta no te gusta a tí y esta bien.
De eso me he percatado mucho más ahora. Cuando se es enamorado uno intenta agradar a la otra persona y aunque la cosa que vea no sea "linda" o de "su gusto" igual le parece lindo y hasta agradable visualmente, pero una vez que ya estas casado, te jodiste, si no te gustó algo se cagó, se lo dijiste y al otro no le gustó y empiezas a sacar pretextos o razones del porque es así etc etc.
A que voy con todo esto?. El tiempo corre y corre a veces demasiado rápido. Al parecer nos ha cogido el temor de dejar Copenhague y ahora cada fin de semana no le sacamos el jugo a la ciudad sino a nosotros intentando ver todo lo que hay.
Yo no soy de caminar mucho, nunca lo fui, mi papito me traía y llevaba a donde yo quería con el carrito y nunca me opuse. Pero aqui en Europa es diferente, nosotros particularmente no tenemos carro así que costó pero al final logré adaptarmente y ahora puedo caminar grandes distancias, protesto y hago malas caras pero al final lo hago, camino y cómo camino!
Para muestra un botón: Haciendo suma de horas entre los pasados días debo haber caminado unas 20 horas. Ayer no más caminamos 10 horas seguidas y eso ya es un gran logro para mí y más aún si llevas adentro un cólico menstrual atacado de medicinas.
Si, se que lo he dije antes, que los daneses me ponen de los nervios, pero también se lo que dije y diré siempre: Copenhague es una ciudad para nunca olvidar.
Pensé que sólo yo me había fijado con esta idea y quise hacérsela a Markus para ver que respondía:
Es mi idea o Copenhague es una ciudad demasiado pija? ( pija, aninada, de ricos, comodidades, etc).
Mientras caminabamos y sin casi dejarme terminar de decir la pregunta me respondió: Lo es. Si que lo es... y sus habitantes se empenan en demostrarlo.
Debo ser sincera, debo serlo conmigo misma: Copenhague es demasiado linda para mí.
Y es que camines por donde camines encuentras cosas no bonitas sino espectaculares, son de esas calles que te enamoran, las casas tienen encanto tienen estilo, los daneses saben sonreir y saben vestir. A todo esta "belleza" hay que aumentarle el aire de playa que inunda el ambiente... todo es color sol, color bronceado, color de ricos.
Cuando paseamos empiezo a sacar fotos y cuando llego a la número 20 más o menos me detengo y pienso en mis adentros: Que es esto? existe esta ciudad?... y nuevamente debo ser franca: Copenhague es demasiado bella para ser cierta y yo comienzo a no sentirme bien con tanta belleza.
Soy un bicho raro, lo he dicho reiteradas veces, en los dos únicos lugares en los que me siento a gusto es en casa de mis padres en Guayaquil y aquí en mi rinconcito en el que vivo con mi chanchito.
Y es que ver tanta riqueza me espanta, me espanta de verdad. Caminar por el Copenhague centrico es agradable y ver alguno que otro borracho hasta me tranquiliza porque sé que sigue siendo eso, una sociedad para individuos, nada mas y nada mas que eso, asi como lo dice Pablo Palacios en el libro que leo desde esta manana.

Pero cuando por ejemplo visitamos esos barrios aninados de Copenhague, no puedo evitar que se me ponga la piel de gallina. Veo de reojo las salas de las viviendas y lo primero que viene a mi mente son las secciones de DECORACIONES en las revistas femeninas.

Veo a los ricos daneses amarrar sus botes ( yates) a las afueras de sus casas y me entra un conflicto grande y veo imagenes de hambre y desnutrición y me mientras saco la foto me tiemblan los dedos y pienso:
Sabrán ellos lo que es realmente la pobreza? Sabran diferenciar entre un exquisito menú y sólo tomar un vaso de leche en todo el día? Han aprendido en las escuelas el verdadero significado de PO BRE ZA?
Se que hay de todo dentro de las sociedades pero es que simplemente no puedo dejar pasar esta visión que me aturde, porque simplemente Copenhague brilla demasiado y creo que hasta vuelve ciego.
Nosotros nos pensamos dos veces antes de entrar a algún lugar. Que somos tacanos? Pues si, un poco si lo somos y yo personalmente no lo veo mal, al contrario me gusta que seamos así, que sepamos gastar en lo que realmente nos quita el sueno.
Yo vengo de una gran ciudad que se llama Guayaquil y mi esposo viene de un pequeno pueblito en Alemania y sin embargo ambos nos hemos dado cuenta que tanto lujo danés no nos vá muy bien.
Sus gustos a veces me disgustan porque aunque nos parecemos en muchas cosas tambien somos muy diferentes en otras cosas. Mientras el se muere por sacarle fotos a edificaciones de famosos daneses yo me muero por sacarle foto a un edificio con cúpula y ventanitas chiquitas que esta en la esquina.
Y es que hemos crecido en sociedades visualmente muy diferentes la una de la otra. Pero eso sí, si hay algo que nos UNE eso es el carino por las cosas sencillas.
Ayer no entramos al famoso acuario de Copenhague porque pensamos que era muy cara la entrada y si habia que gastar en algo entonces que fuera en algo que más de uno nos haya recomendado y eso era el famoso y viejo TIVOLI.

Alguna vez ya comente de ello, es el parque de diversiones mas viejo del mundo... algo que le dá un poco de ventaja a la hora de elegir sitios para visitar. Luego de haber caminado 5 horas seguidas decidimos irnos para alla. Pronto el famoso Tivoli cerrará sus puertas y no quedará oportunidad de verlo sino hasta el ano que viene y como dice la mamá del chanchito: Estando en Copenhague y no ir al Tivoli? no puede ser!
Así que luego de 8 meses de vivir aquí por fin decidimos visitar el tan querido y nombrado TIVOLI. Y quieren saber algo? Ya me di cuenta del porque los daneses estan ciegos. Es que con tantas luces uno sencillamente puede volverse loco.