Casi la mitad.

Ya han pasado varios días desde que estoy aqui en mi tierra, con mi gente y la verdad hemos hechos muchas cosas, viajamos a veces sin planearlo pero eso es lo más chévere.
Nos fuimos a Bucay, la otra vez fuimos a Salinas y ayer fuimos ida y vuelta a Manta. Todo esta como lo recordaba, muy típico, muy nuestro, una mezcla de caos y belleza espontánea.
Hoy fuimos de trámites, quiero saber si necesito o no el papel de votaciones para salir del país. Todo apunta a que no lo necesito, pero como aquí nada es SEGURO aún toca seguir averiguando para evitar malos ratos el momento del regreso.
Pero lo que realmente me tiene emocionada es el paseo en tren que haremos esta semana, manana viajamos a Quito, por fin mi lindo Quito, con sus paisajes preciosos y su gente tan amable.
Ya puedo oler el locro de papa, el olor a naturaleza, ver los nevados. Mis papás van con nosotros, espero pasemos lindos momentos, además voy a conocer ( si todo sale bien) a una linda personita con la cual he venido manteniendo una amistad muy bacana desde hace algunos meses.
Pero del viaje en tren y de la visita especial ya les contaré más adelante, por ahora sólo quería decirles que estamos bien, que el calor dá duro y que Guayaquil sigue tan desordenada como siempre, lo cual no es una queja sino un comentario amoroso :)
Las carreteras estan aceptables, hay huecos pero bueno, prefiero sufrir eso antes que subirme a otra montana rusa!
Además el tomar aguita de coco, comer ceviche, patacones, arroz con menetra, etc etc vale lo suficiente como para repetir los viajecitos...
Si, sigo tan enamorada de Ecuador como cuando me fui, no lo puedo dudar.
Una tía mía me dijo: Lo que más me ha gustado de volver a verte es que a más de estar igualita físicamente estas igualita de corazón :)
Porque aunque la mona se vista de seda mona se queda carajo!