Cuando estuve en el Convento.

O sea perdón, quiero decir en el COLEGIO :)

Es que puede que algunos se acuerden pero para los que no les digo que sí, yo estudie 13 anos en colegio de monjas!
El fin de semana mientras desayunábamos aquí con el chanchito nos pusimos a hablar de muchas cosas y entonces salió el tema de los estudios.
La verdad hace algunos anos a mí me daba un poco de rabia hablar de esos tiempos pero ahora debo admitir que me divierte. Me divierte sobretodo porque recuerdo con placer tantas cosas que hice y que analizándolas ahora seguro que no las volvería a repetir.
Creo que el periodo de escuela, hasta los 12 anos más o menos fue muy sencillo, en realidad no era tan mala alumna, el único problema eran los dolores de panza cada manana antes de que venga a recogerme el expreso. Que manía de ponerme nerviosa. Siempre revisaba mil veces que llevara todo en mi maleta y siempre algo se me olvidaba. Por suerte tenía un papá bien chévere que me llevaba las cosas que olvidaba jejeje. Claro que no lo hacía sonriente, más bien entraba con una carota y yo ya pensaba que me iba a dar un golpe ahi mismito pero no, yo sabía que iba molesto y lo entendía así que mejor en esas situaciones ponía mi cara de cojuda apenada y cogía mis libros y me iba, ya en la noche tocaba decirle palabras de carino para que se le quitara el enojo :)
Cuando entré a secundaria fue un shock. No estaba acostumbrada a tener tantas materias y tantos profesores a la vez. Que si matemáticas, que si literatura, que investigación, que educación para la salud y todas siempre había que verlas todos los días y a veces por tanda doble, ay que pesado... claro, como de lo bueno siempre viene poquito, la única clase que de verdad me encantaba -Educación sexual- , creo que era la única que sólo recibíamos 1 vez cada miércoles.
No sé cuanto habrá cambiado el sistema educativo desde que yo salí del colegio, pero cuando yo estudiaba de verdad nos mandaban hartísimos deberes! La verdad es que la época del colegio fue una época donde me la pasaba super cansada siempre. Debía levantarme tempranito, tipo 5.45 a.m, las clases empezaban a las 7 y terminaban a la 1.30 p.m. Luego de recorrer media ciudad para llegar a casa y bajo un sol espantoso... lo primero que quería era algo helado pero siempre había primero que pasar el obstáculo de la sopa. Chuta que karma!
A las 2.15 subía, me duchaba y cuando entraba al cuarto literalmente sentía un cansacio terrrible, tantas horas de clases, los típicos trabajos en grupo donde al final sólo trabajabamos unas cuentas, etc... Todo esto me hacía caer rendida en mi cama. Dormía como 3 horas y luego ya venía la hora de la merienda y por supuesto luego había que ver la novela de moda :)
Tipo 8 de la noche recién abría la maleta y pensaba que mismo era de hacer para el día siguiente.
A veces resultaban ser más deberes de los esperados y muchas veces me acostaba sobre la 1 de la madrugada y en el peor de los casos no dormía más que media hora antes de ir al colegio de vuelta.
Esta rutina la llevé casi todo mi trayecto colegial y la verdad no me arrepiento. Creo que así como lo hacía, lograba organizarme y descansar así como quería.
Cuando yo empecé el colegio mi hermana empezaba la U, así que a veces ambas nos quedabamos en la noche trasnochadas conversando y haciéndo las tareas... y ya era típico a la media noche comerse un yogourt, conversar un rato y luego seguir.
Y como toda adolescente empecé a tener mis momentos anarquistas, quería poder se capaz de todo y al final no hacía nada; sin embargo mi timidez seguía presente y no lograba conocer a ningún chico y la verdad tampoco me importaba. Una vez llamó uno a casa y pidió hablar conmigo. Mi papá atendió y escuché clarito como le pedía que no vuelva a llamar jejeje... ay que vergüenza. Así que prometí nunca más darle el número a ninguno, así me evitaba las vergüenzas :)
Las monjitas no eran siempre tan tiernas como se veían. Debo reconocer que sí habían monjitas bien lindas, super dulces, amables y sabían oir y dar buenos consejos. Pero claro también habían las monjas que más bien parecían diablas!
Cuando le cuento a mi chanchito las cosas que nos hacían en el colegio el muchas veces se sonríe y me dice: " Si eso hubieran hecho en algún colegio de acá, seguro lo habrían cerrado por denuncias etc".
Y es que la verdad a veces los profesores y las monjas exigían demasiado de nosotras. Aprendíamos taquigrafía y mecanografía... que desesperación, que cierre los ojos, que no se te ocurra meter el dedo en la tecla que no era porque sino te jodías y bastante porque no había "borrador" y si había había que hacerlo con cuidado porque la profe se daba cuenta clarito de las correcciones. Ahora que recuerdo esto, recuerdo que yo aprendí a manejar bien el teclado pero luego ya dejaron de darnos esa materia y ahora escribo como se me da la gana y saben que? No veo el teclado y escribo rapidisimo! ( Todo gracias a los 365.000 mails que intercambiamos con mi chanchito jjijiji)
Y aquí donde me ven yo estudié CONTABILIDAD! Que si era buena para los números? pues no!
En realidad brutísima no era, pero es que había un problema grave. YO ODIABA LA CONTABILIDAD!, sin embargo en el colegio no habían más opciones para coger, así que quiera o no tocaba hacer esa especialización.
Aún recuerdo los cuadernos contables que hacíamos, millones de cuentas, de documentos, que el IVA que los porcentajes, que las compras, que las ventas... ay que lío!
Pero igual hacía los deberes e igual estudiaba como si me gustara porque era eso o sacar malas notas y tener que aguantar que mis papás me vean con mala cara :)
Eso sí, en clases de religión siempre fui buena alumna. Bueno no siempre, es que lamentablemente mi actitud cambio después de que una monja me llamó EL ANTICRISTO :)!
Y no era por molestar, buena fuera que se hubiera reído jejeje, la muy loca de verdad me estaba buscando el 666 en la cabeza!
Menos mal toda esa historia quedo atrás pero igual yo era muy curiosa y siempre quería que me respondieran mis preguntas a las cuales muchas veces no sabían como responder.
No sé como será en otros lados pero aqui en el colegio cuando uno va a pasar al último curso le piden hacer prácticas laborales, algo así como un tiempito en el que hay que pasar en alguna empresa y hacer tonteritas, nada importante en realidad.
Como mi colegio quedaba en Guayaquil ( en la costa) era obvio que debía hacer las prácticas alli mismo. Así lo había hecho mi hermana y así deberia haberlo hecho yo. Pero yo tenía una fascinación tan grande por Quito que decidí que pasar mis vacaciones en Guayaquil metida en una empresa haciendo nada no sería entretenido.
Por suerte tenemos familia en Quito y una prima de mi papá tiene su empresa así que le pedí si me dejaba ir ahí y hacer las dichosas PRACTICAS :) Ella dijo que no había problema, que me pondría bajo el mando de la contadora y ayudaría con algunas cosas.
Ahora venía lo difícil, como carajos hacía yo para que las monjas me dejaran ir a QUITO!
Mi papá dijo que era mi problema asi que debía ir a vermelas yo solita. Era mi decisión y yo debía ver como lograba el permiso.
Todavía me acuerdo cuando entré al Rectorado, estaba temblando y allí expuse mis razones, les dije que quería ir a Quito, que ya tenía hablado todo, que hasta conocía el nombre de la senora que sería la responsable de mí, etc.
Fueron unos minutos largos pero al final habían tomado una decisión: PODIA IR!
Cuando ya me iba les dije: OH! sólo una cosita más. No voy a poder usar el uniforme que tendrán mis companeras, es que como ustedes entenderán, en Quito no hace el calor que hace aquí así que ponerme faldita, medias y blusita casi transparente no me parece acertado...
La monja miro al techo y luego volvió a mirarme y me preguntó: "O sea que mientras todas tus companeras deberán ir con el uniforme ( falda, blusa mangas cortas, zapatos de tacos y medias transparentes, por cierto, un uniforme horrible!) tu quieres ir con.....?"
Yo le respondí: Con ropa de calle! Si no fuese mucho problema claro ;)
Al parecer ese día la Sor andaba de buen genio y aceptó mis caprichos jejeje.
Habia que ser vivaracha y agarrar un buen momento para convencerla! Pero por suerte todo salió bien. Lo único que no me habría imaginado era que la misma SOR me iba a ir a vigilar a QUITO!. Una vez llegó y pidió hablar con mi jefa. Yo me quedé fría. Cuan desconfiadas son, pensé. Luego de irse salió mi jefa y me dijo: Esas monjitas son bien raras! En vez de preguntarme las cosas que te mando a hacer aquí en la oficina lo único que preguntó era si tu venías vestida decentemente y si de repente te habíamos visto coquetear con alguien en todo este tiempo.
Por supuesto no pude evitar reirme, pero a mí ya no me parecía nada raro, luego de tener que "vivir" 13 anos con ellas, todo lo que hacían me parecía hasta NORMAL.
Al regresar a clases algunas chicas me preguntaban como había sido mi tiempo en Quito, etc... yo sólo hablaba maravillas, porque la verdad es que yo tengo un carino tan grande y especial por este lugar. Al fin y al cabo soy casi media quitena también :)
El ano final si fue una odisea. Tenía tantas ganas de salir del colegio que ya me daba igual si las monjas me querían o no. Y así como en las pelis de ninas malcriadas, siempre siempre yo terminaba siendo la rebelde. Lo chistoso era que en realidad eran sólo malos entendidos. Muchas veces intente explicarles como eran las cosas pero ellas no me creían y yo terminé cansándome de querer defenderme así que al final cuando me culpaban por algo yo sólo sonreía y les dejaba hablándo solitas.
Lo bueno era que siempre mis padres estaban de mi parte, ellos sabían que en casa yo era muy tranquila y que no tenía nada de guerrillera salvo los pelos porque en esas épocas sí que tenía un cabello bien raro, medio crespo, medio parado, super raro ya, pongámoslo así. jejeje.
Y ya sé que estaran pensando que he sido toda una diablita en el colegio, pero para serles franca les digo que no era ninguna diablita, creo que fui como toda alumna normal. Con buenos días, malos días, a veces malas notas a veces demasiado buenas.
Hace unos días encontré en el facebook a mi profesora de segundo grado, cuando en ese entonces todas teníamos 7 anos. Le escribí un corto saludo y la verdad no pensaba que se iba a acordar pero sí se acordó, me respondió y se notaba que sí se había acordado de mí. Una cosa es decir que uno ha sido tranquilita etc pero cuando tu misma profesora te dice que has sido buena nina entonces no sólo la cara se te pone contenta sino también el corazón :)!
Al día siguiente de contestarme ella ha subido ésta foto:

Me reconocen? Les doy una pista, estoy en la primera fila superior :)

Me han venido tantos recuerdos y sentimientos al ver ésta foto, cuan rápido pasa el tiempo, cuán corta es la vida.