"Amada Anita:
No creas que te vas a morir porque tienes que vivir para que cuides a nuestros hijitos. A la vuelta de algunos años, lo probable es que me muera yo, porque la tarea que me ha impuesto Dios debe tener su término y estoy seguro que los sufrimientos han de continuar hasta rematar con mi vida pero sufrimientos y vida gloriosa que han de llenar de justo orgullo a los míos especialmente a ti y a mi prole.
Y sobre todo nadie muere en la víspera a no ser que tenga la debilidad de abreviar sus días.
Cuando yo me muera que entre paréntesis debo advertir que no puede ser pronto, porque todavía tengo mucho que hacer en esta bendita tierra. Entonces si seguirá tu turno. Después de muchos años, llegarás a ser una viejita muy regañona pero siempre muy respetable, y cuando la gente te vea pasar, dirán con respeto señalándote: Esa es la viuda del héroe y tú más orgullosa resignada y confortada con mi recuerdo y siempre protegida por Dios y cuidando de nuestra ilustre prole. Ya ves pues, que no puedes ni debes morirte antes que yo, mucho te agradezco que dejes temores a un lado.
En la demora está el peligro…"
No creas que te vas a morir porque tienes que vivir para que cuides a nuestros hijitos. A la vuelta de algunos años, lo probable es que me muera yo, porque la tarea que me ha impuesto Dios debe tener su término y estoy seguro que los sufrimientos han de continuar hasta rematar con mi vida pero sufrimientos y vida gloriosa que han de llenar de justo orgullo a los míos especialmente a ti y a mi prole.
Y sobre todo nadie muere en la víspera a no ser que tenga la debilidad de abreviar sus días.
Cuando yo me muera que entre paréntesis debo advertir que no puede ser pronto, porque todavía tengo mucho que hacer en esta bendita tierra. Entonces si seguirá tu turno. Después de muchos años, llegarás a ser una viejita muy regañona pero siempre muy respetable, y cuando la gente te vea pasar, dirán con respeto señalándote: Esa es la viuda del héroe y tú más orgullosa resignada y confortada con mi recuerdo y siempre protegida por Dios y cuidando de nuestra ilustre prole. Ya ves pues, que no puedes ni debes morirte antes que yo, mucho te agradezco que dejes temores a un lado.
En la demora está el peligro…"
2 comentarios:
ah mi viejo luchador, yo estudie en un colegio que llevaba su nombre, lo admiro mucho, admiro lo que hizo por la mujer ecuatoriana, admiro tu lucha.
yo tambien admiro muchísimo a Eloy Alfaro, me parece que no solo fue un buen hombre, y cuando leí esta carta que el había escrito a su esposa, Ay me pareció tan adorable, cuanto amor, cuanta valentía... un digno ecuatoriano!
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